Que alegria amigo que entres a esta Casa .Deja tu huella aqui. Escribenos.

Se alegra el alma al saber que tu estas aqui, en nuestra casa de paz

Amigo de mi alma tengo un gran deseo en mi corazon Amar a Dios por todos aquellos que no lo hacen hoy. ¿Me ayudas con tus aportes de amor cada vez que entres aqui? dejanos tu palabra de bien, tu gesto amoroso hacia Dios y los hermanos.

Seamos santos. Dios nos quiere santos

Adri

Seremos c ompletamente libres ,si nos determinamos a no consentir mas ante el pecado.

Seremos c ompletamente libres ,si nos determinamos a no consentir  mas ante  el pecado.
Determinemonos en el deseo de llegar a ser santos.

Amigos que entran a esta Casa de Paz. Gracias por estar aqui. Clikea en seguir y unete a nosotros

domingo, 22 de mayo de 2011

Otra anecdota. Cuentan que una comunidad pasaba una etapa de crisis muy fuerte.

Cuentan que una comunidad pasaba una etapa de crisis muy fuerte. Los monjes no se podían relacionar entre ellos. Todo eran críticas y divisiones.

Un día se presentó un forastero que, enseguida, se dio cuenta de la situación. Entonces les dijo: esta mañana, rezando, Jesús me ha comunicado que está presente en uno de vosotros, pero no me ha dicho en quién.

Entonces todos empezaron a preguntarse quién podía ser Jesús: quizás el portero, o el mayordomo, o el hortelano, o el cocinero...

Así comenzaron un diálogo fraterno entre ellos, no fuera que los malos tratos se los hicieran a Jesús.

Al poco tiempo, la comunión había vuelto al monasterio. Jesús estaba presente en TODOS.

viernes, 13 de mayo de 2011

La paz

El ejercicio de las virtudes ha de preceder al santo reposo, como la flor debe preceder al fruto. (Dom Vital Lehodey)



En la entrega a Dios se encuentra lo único que merece la pena de vivir..., que es la paz en Dios. (Rafael Arnáiz)



La humildad llena de paz nuestro trato con los hombres. (Rafael Arnáiz)



La virtud más práctica para tener paz en la vida de comunidad es la humildad. (Rafael Arnáiz)



Para gozar una paz profunda,ha de estar la voluntad plenamente sometida a la de Dios. (Dom Vital Lehodey)



Solo posee paz el que solo a Dios desea. (Rafael Arnáiz)



Ten piedad de mí, porque no sé decir: "Ten piedad de mí". Me gustaría suplicarte, pero ven en ayuda de mi impotencia para pedir que me libres de ella. (Jean Lafrance)

viernes, 6 de mayo de 2011

Emaús un camino de ida y vuelta



Hechos, 2, 14.22-33; Sal. 15; 1Pd. 1, 17-21; Lc. 24, 13-35

El camino de Emaús es un camino de ida y vuelta. El camino que hicieron aquellos discípulos que habían perdido la esperanza y se hallaban hundidos en un mar de dudas y desesperanzas pero que a la vuelta fue un camino de carreras de alegría y de gozo inmenso. ¿Será nuestro camino? ¿Será el camino que hacemos o que tenemos que hacer?

Cuando en este tercer domingo de Pascua escuchamos este relato se nos ilumina el corazón por dentro y sentimos renacer también en nosotros esperanzas y alegrías, encontrando respuesta a oscuridades y dudas. Aunque seguimos viviendo la alegría de la fiesta de la Pascua también tenemos el peligro de perder el ritmo o de volver a nuestras rutinas olvidando quizá un poco todo lo hermoso que hemos vivido en estos días pasados.

Aquellos discípulos parecía que habían perdido la esperanza. Andaban tristes y preocupados. El peso que llevaban en el alma incluso les cegaba sus ojos para no ver y reconocer precisamente a quien tanto habían buscado. ‘Jesús en persona se acercó a ellos y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo’.

Pero ahí está Jesús donde están nuestras dudas y pesimismos, nuestros desalientos y desilusiones. El quiere ser siempre luz que ilumine, espíritu vivificador que levante el ánimo, gracia que nos fortifique y aliente.

Aquellos discípulos estaban pasando por una fuerte crisis. Habían puesto sus esperanzas en Jesús y parecía que ahora todo se venía abajo con un fracaso. Ellos se sentían defraudados y fracasado. ‘Nosotros esperábamos que El fuera el futuro liberador de Israel… fue un profeta poderoso en obras y palabras… los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte… hace dos días que sucedió todo esto y aunque el sepulcro está vacío a El no lo vieron…’

Todo se venía abajo y no parecía que pudiera levantarse de nuevo. La cruz había sido un escándalo muy fuerte y difícil de superar. Tantas veces sucede cuando tenemos que enfrentarnos en la vida a la cruz, al dolor, al sufrimiento, a la incomprensión, a los malos momentos. Se nos tambalea la vida bajo los pies y todos nuestros principios y creencias parece que desaparecieran.

Ellos habían contemplado todo aquello que había sucedido, pero quizá les había faltado una mirada de fe, un leer los hechos y la historia también a la luz de la Palabra de Dios, de la ley y los profetas. Pero allí está Jesús, pero ellos todavía no lo ven ni lo reconocen, aunque luego dirán que algo habían estado comenzando a sentir por dentro cuando El les hablaba.

‘¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera todo esto para entrar en su gloria? Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó todo lo que se refería a El en toda la Escritura’.

A la luz de la Palabra del Señor tenemos que saber leer la vida y nuestra historia. Es el Señor el que nos habla y nos habla allá en lo más hondo de nosotros, pero no tenemos que ofuscarnos, velar nuestros ojos por aquello que nos sucede, sino abrir nuestro espíritu a Dios que en todo eso se nos quiere manifestar.

Comenzaron a sentir algo nuevo. Parecía que la paz llegaba a su corazón porque ya fueron capaces de no solo pensar en sí mismos y sus preocupaciones sino también en bien de los demás. ‘Quédate con nosotros que se hace tarde…’ La noche es oscura, los caminos son difíciles y peligrosos. Bien lo sabían ellos que habían andado indefensos por esos caminos que tanta turbación les habían producido en su alma. Y le ofrecieron hospitalidad.

Faltaba algo más. Habían ido haciendo el camino de ida que había comenzado con mucho dolor y angustia y en el que se habían ido sucediendo muchas cosas. Faltaba el chispazo de luz definitivo que les haría emprender un camino de vuelta bien distinto. ‘Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero El desapareció’.

Era El. Jesús resucitado les había acompañado por el camino y les había abierto los ojos. Las escamas de la duda, de la desesperanza, del desánimo se cayeron de sus ojos y ahora podían emprender el camino de vuelta. Ya no importaba la noche, porque los peligros habían desaparecido. Llevaban muy dentro de su corazón a Jesús resucitado con ellos. Les seguía ardiendo el corazón por el gozo y la alegría, por la presencia de Jesús que estaban sintiendo dentro de ellos. Ahora era un camino de carreras porque era un camino de alegría. Qué pesarosos y lentos vamos cuando sentimos el peso del dolor o de la duda sobre nosotros. Qué distinto es nuestro caminar cuando llenos de alegría vamos movidos por el Espíritu del Señor.

Nos preguntábamos al principio si ese camino de Emaús es nuestro camino, el que hacemos o el que tenemos que hacer. Es también, sí, nuestro camino. Porque muchas veces también nos pesa la duda, el desánimo, el cansancio; muchas veces parece que nos sentimos sin fuerzas y sin estímulo para nuestras luchas; muchas veces parece que simplemente nos arrastramos o nos dejamos llevar por negruras y oscuridades. La Cruz bajo cualquier forma que se nos presente en la vida nos llena de incertidumbres, duda, dolor y nos puede hacer entrar en crisis también.

Pero tiene que ser el camino en el que dejemos que Jesús nos acompañe; aprendamos a descubrirle y no se nos cierre nuestra mente. Tratemos en medio de esos nubarrones por los que podamos pasar de escucharle que El sigue hablándonos en las Escrituras y bien sabemos que tiene muchas maneras de llegar a nuestro corazón. Hagámosle un hueco en nuestra vida, en nuestro camino, escuchemos su conversación pero también contémosle lo que nos pasa que El tiene siempre una palabra de vida para nosotros. Con El a nuestro lado llegaremos a entender el camino de la cruz.

Es nuestro camino en el que también nos sentaremos a la mesa con El y El partirá el pan para nosotros, porque en ese partir el pan también tenemos que reconocerle. Ahora mismo estamos reunidos en Eucaristía, para la fracción del Pan, para comer a Cristo que se nos da y se hace nuestro alimento y nuestra vida. Abramos los ojos de la fe de par en par para verle, para sentirle, para llenarnos de El.

Y también tenemos que hacer el camino de vuelta, el camino del gozo y de la alegría, el camino en que ha renacido nuestra vida y nuestras esperanzas, el camino en el que estamos llenos de un amor nuevo y de una valentía grande, el camino en el que su Espíritu pone alas en nuestros pies para ir a anunciar a los demás que es verdad que Jesús ha resucitado, que está con nosotros, que nos llena de vida, que nos ha traído la salvación. Quien se encuentra con Cristo resucitado, ya lo hemos reflexionado, necesariamente tiene que convertirse en mensajero, en misionero de la Buena Nueva del Evangelio de Jesús.

martes, 3 de mayo de 2011

Te Deum

Texto original en latín



:
te Dominum confitemur.
Te aeternum patrem,
omnis terra veneratur.

Tibi omnes angeli,
tibi caeli et universae potestates:
tibi cherubim et seraphim,
incessabili voce proclamant:

Sanctus, Sanctus, Sanctus
Dominus Deus Sabaoth.
Pleni sunt caeli et terra
majestatis gloriae tuae.

Te gloriosus Apostolorum chorus,
te prophetarum laudabilis numerus,
te martyrum candidatus laudat exercitus.

Te per orbem terrarum
sancta confitetur Ecclesia,
Patrem immensae maiestatis;
venerandum tuum verum et unicum Filium;
Sanctum quoque Paraclitum Spiritum.

Tu rex gloriae, Christe.
Tu Patris sempiternus es Filius.
Tu, ad liberandum suscepturus hominem,
non horruisti Virginis uterum.

Tu, devicto mortis aculeo,
aperuisti credentibus regna caelorum.
Tu ad dexteram Dei sedes,
in gloria Patris.

Iudex crederis esse venturus.

Te ergo quaesumus, tuis famulis subveni,
quos pretioso sanguine redemisti.
Aeterna fac
cum sanctis tuis in gloria numerari.

Salvum fac populum tuum, Domine,
et benedic hereditati tuae.
Et rege eos,
et extolle illos usque in aeternum.

Per singulos dies benedicimus te;
et laudamus nomen tuum in saeculum,
et in saeculum saeculi.

Dignare, Domine, die isto
sine peccato nos custodire.
Miserere nostri, Domine,
miserere nostri.

Fiat misericordia tua, Domine, super nos,
quem ad modum speravimus in te.
In te, Domine, speravi:
non confundar in aeternum.


Texto en español

A ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, eterno Padre,
te venera toda la creación.

Los ángeles todos, los cielos
y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines
te cantan sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios de los ejércitos.
Los cielos y la tierra
están llenos de la majestad de tu gloria.

A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles,
la multitud admirable de los profetas,
el blanco ejército de los mártires.

A ti la Iglesia santa,
extendida por toda la tierra,te aclama:
Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración,
Espíritu Santo, defensor.

Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre,
aceptaste la condición humana sin desdeñar el seno de la Virgen.

Tú, rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el Reino de los Cielos.
Tú sentado a la derecha de Dios
en la gloria del Padre.

Creemos que un día has de venir como juez.

Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos,
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna
nos asociemos a tus santos.

Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice tu heredad.
Sé su pastor
y ensálzalo eternamente.

Día tras día te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.

Dígnate, Señor, en este día
guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor,
ten piedad de nosotros.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
En ti, Señor, confié,
no me veré defraudado para siempre.

Aqui puedes leer mas mensajes del Movimiento.

Administracion general y adjuntos

Pidamos la humildad

Oh Jesús! Manso y Humilde de Corazón,
escúchame:

del deseo de ser reconocido, líbrame Señor
del deseo de ser estimado, líbrame Señor
del deseo de ser amado, líbrame Señor
del deseo de ser ensalzado, ....
del deseo de ser alabado, ...
del deseo de ser preferido, .....
del deseo de ser consultado,
del deseo de ser aprobado,
del deseo de quedar bien,
del deseo de recibir honores,

del temor de ser criticado, líbrame Señor
del temor de ser juzgado, líbrame Señor
del temor de ser atacado, líbrame Señor
del temor de ser humillado, ...
del temor de ser despreciado, ...
del temor de ser señalado,
del temor de perder la fama,
del temor de ser reprendido,
del temor de ser calumniado,
del temor de ser olvidado,
del temor de ser ridiculizado,
del temor de la injusticia,
del temor de ser sospechado,

Jesús, concédeme la gracia de desear:
-que los demás sean más amados que yo,
-que los demás sean más estimados que yo,
-que en la opinión del mundo,
otros sean engrandecidos y yo humillado,
-que los demás sean preferidos
y yo abandonado,
-que los demás sean alabados
y yo menospreciado,
-que los demás sean elegidos
en vez de mí en todo,
-que los demás sean más santos que yo,
siendo que yo me santifique debidamente.

McNulty, Obispo de Paterson, N.J.

Tumba del Santo Padre Pio.

Tumba del Santo Padre Pio.
Alli rece por todos uds. Giovani Rotondo julio 2011

Rueguen por nosotros

Padre Celestial me abandono en tus manos. Soy feliz.


Cristo ten piedad de nosotros.

Mientras tengamos vida en la tierra estaremos a tiempo de reparar todos los errores y pecados que cometimos. No dejemos para mañana . Hoy podemos acercarnos a un sacerdote y reconciliarnos con Dios,

Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi Iglesia dijo Jesus

Jesucristo Te adoramos por todos aquellos que no lo hacen . Amen

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