Que alegria amigo que entres a esta Casa .Deja tu huella aqui. Escribenos.

Se alegra el alma al saber que tu estas aqui, en nuestra casa de paz

Amigo de mi alma tengo un gran deseo en mi corazon Amar a Dios por todos aquellos que no lo hacen hoy. ¿Me ayudas con tus aportes de amor cada vez que entres aqui? dejanos tu palabra de bien, tu gesto amoroso hacia Dios y los hermanos.

Seamos santos. Dios nos quiere santos

Adri

Seremos c ompletamente libres ,si nos determinamos a no consentir mas ante el pecado.

Seremos c ompletamente libres ,si nos determinamos a no consentir  mas ante  el pecado.
Determinemonos en el deseo de llegar a ser santos.

Amigos que entran a esta Casa de Paz. Gracias por estar aqui. Clikea en seguir y unete a nosotros

martes, 30 de noviembre de 2010

Necesito colaboracion de aquellos participantes del Movimiento que esten en favor de la Vida,

Amigos de la paz como integrantes del Movimiento, al ver el atropello que se esta haciendo en contra de la vida les pido colaboracion con ideas que se le ocurran para hacer algo en favor de la vida y en contra del aborto.

Gracias por ayudar en el cuidado de la vida.
Adriana
Administracion general

LA NACION QUE ACEPTA EL ABORTO ES UNA NACION MALDITA - ...

Escucha este testimonio. No seas complice de un aborto

lunes, 29 de noviembre de 2010

Iniciando el adviento una cancion

viernes, 26 de noviembre de 2010

Virgen de la Medalla Milagrosa ruega por nosotros.Amigo acercate a honrar a la Virgen en su dia. Te concedera abundantes gracias.

Oraciones para hacer memoria siempre. Amigo si hace tiempo no rezas empieza asi...


Al Santiguarse En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
 
Al Signarse

Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos 

líbranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu 
Santo. Amén.

 
Padrenuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; 

venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra 
como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; 
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

 
Gloria

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el

principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 
Gloria a Dios en el Cielo

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama

el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, 
te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, 
Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios,
Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, 
ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende 
nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, 
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.

martes, 23 de noviembre de 2010

viernes, 19 de noviembre de 2010

Hermoso video

Amigo corre a adorar al Unico Rey CRISTO este domingo. Recuerda que a El y solo a EL debemos ADORAR,,GLORIFICAR,HONOR

A El la gloria y el poder por los siglos de los siglos


2Sam. 5, 1-3;
Sal. 121;
Col. 1, 12-20;
Lc. 23, 35-43

Si a alguien ajeno a nuestra fe y sin tener conocimiento de nuestro sentir cristiano le dijeramos que hoy estamos celebrando a Jesucristo, Rey del Universo, y escuchara el evangelio que hemos proclamado, quizá se preguntaría cómo es que tenemos a un Rey que está colgado de un madero y entre dos malhechores condenado como un malhechor. Quizá se preguntaría si tendríamos otro evangelio mejor que nos definiera ese reinado de Cristo. ¿Qué pensamos nosotros y qué respuesta le daríamos?
Claro que para nosotros sí tiene significado este texto del evangelio y con él mejor que con ningún otro proclamamos la realeza de Cristo. Ahí lo contemplamos en su entrega suprema, en el más grande y hermoso sacrificio que podía ofrecer por nuestra redención y con el que proclama en verdad que es el único Rey y Señor de nuestra vida.
Jesús a lo largo del evangelio nos habla del Reino de Dios. Es su principal anuncio y proclamación. En el comienzo de su predicación nos anuncia la llegada del Reino y nos invitaba a convertirnos a él. Nos explica con sus parábolas las características de ese Reino y a los discípulos en concreto les señala cuales han de ser las actitudes fundamentales para vivir en el estilo de su Reino.
La gente confundida unas veces preguntan si ya ha llegado el momento de instaurarse esa soberanía de Israel o en otras ocasiones entusiasmados con las cosas que Jesús hace querrán hacerlo Rey. Cuando lo acusan ante Pilato y éste pregunta si es Rey, le dirá que su Reino no es como lo de este mundo, porque El ha venido a proclamar la verdad. El rehusa esos deseos de hacerlo rey a la manera de los reyes de este mundo porque la verdadera grandeza en su reino no va por esos caminos, como nos lo había enseñado; sólo aceptará ser aclamado a la entrada en Jerusalén, pero montado sobre una borrica, porque va a ser el anticipo de su verdadero momento de gloria que será su entrega en su muerte en la cruz.
Conociendo el evangelio, habiendo escuchado lo que Jesús nos ha ido enseñando, podremos entender muy bien que al celebrar a Jesucristo como Rey del universo, tal como es el título de esta fiesta, escuchemos el evangelio que nos lo presenta colgado del madero de la cruz. Ahí está como el último, entre los malhechores, en la muerte más ignominiosa, pero con las muestras del amor más profundo y más verdadero; el amor de quien se entrega hasta el final, hasta dar la vida que es la suprema prueba del amor.
Y contemplándolo así nosotros, hoy, con ese hermosísimo himno de la carta a los Colosenses, que ya era un himno a Cristo en aquellas primeras comunidades cristianas ‘damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz’. Con Cristo somos herederos de la más rica de las herencias, que es la gracia, que es la vida de Dios que nos regala, que es la participación en su reino.
Y ‘damos gracias… porque El nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados’. ¿Queremos más títulos y más razones para proclamarlo en verdad como Rey y Señor de nuestra vida? El nos ha redimido, nos ha rescatado, nos ha dado la salvación, nos ha hecho hijos y herederos, nos hace partícipes de su Reino.
Volviendo al texto del evangelio allí estamos viendo que, aunque quieren tentarlo y hasta burlarse de El por estar clavado en el suplicio de la cruz, sin embargo van desgranando, como si de una letanía o una lista se tratara, que es el Mesías, el Elegido de Dios – como lo había anunciado el profeta y como será proclamado también desde el cielo en el Jordán o en el Tabor -, el Hijo de Dios y el verdadero Rey de Israel. Será ese también el título que aparece en la tablilla de la sentencia, ‘Jesús Nazareno, Rey de los Judíos’. Pero será el malhechor arrepentido quien hará una verdadera confesión de fe en Jesús y en la trascendencia que espera alcanzar para su vida. ‘Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino’. A lo que Jesús responderá con ese hermosísimo ‘hoy estarás conmigo en el paraíso’. El hoy de Dios y de su Salvación que tan puntualmente llegue a nuestra vida cuando nos abrimos a Dios aunque sea desde la más honda miseria de nuestro pecado.
Sí, proclamamos a Jesús como Rey y Señor, como el primero y el principio, como el primogénito de entre los muertos, porque además le contemplamos no sólo en su muerte en la Cruz sino resucitado y glorioso. Tiene todos los derechos a que lo llamemos el Señor, el Rey de nuestra vida, porque así nos ha arrancado de las tinieblas y de la muerte, porque así quiere que vivamos para siempre en su vida. El es nuestra reconciliación y nuestra paz. ‘Por El quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su Cruz’, como nos dice san Pablo.
Pero esta proclamación que hoy nosotros hacemos en nuestra celebración no se puede quedar en palabras entusiastas, aunque por supuesto tenemos que cantar y victorear al Señor de nuestra vida. Esta proclamación para nosotros tiene que ser un compromiso, porque si queremos que El sea nuestra Rey, queremos vivir en su Reino, queremos entonces darle a nuestra vida el estilo y el sentido del Reino de Dios. Y no es otra cosa que hacer lo que El nos dice, o vivir como fue su vida.
Proclamar a Jesucristo Rey es vivir un amor generoso siempre entregado y hasta el final; es hacerse el último y el servidor de todos; es ser siempre instrumentos de reconciliación porque buscamos y ofrecemos el perdón y la amistad siempre renacida y nueva; es ser constructores de paz y de unión allí donde estemos, arrancando todo atisbo de violencia o cualquier semilla de discordia; es buscar esos caminos de plenitud, de autenticidad, de verdad, de justicia y de amor; es saber poner siempre en el centro de nuestra vida a Dios verdadero sentido de nuestro vivir y de nuestro caminar.
Cristo Jesús será ya para siempre para nosotros el mejor lugar de encuentro con Dios porque es el Emmanuel (Dios con nosotros); el verdadero templo de Dios porque en El y por El será como mejor demos culto al Padre todopoderoso; el que nos hará sentir a Dios como único Señor del hombre y de la historia. ‘El es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura, porque porque medio de El fueron creadas todas las cosas’, como nos ha dicho san Pablo y como confesamos en el Credo.
Como dice el Apocalipsis y nos ofrecía la antífona de entrada de esta Eucaristía, ‘digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. A El la gloria y el poder por los siglos de los siglos’.

Sagrarios donde oras por la paz.





Alegrias y gozos mios:¡ Cristo esta VIVO¡
y esta presente en el Sagrario
Acercate a El, te esta esperando
Amigo de la paz como has leido en muchos mensajes siempre les pido a muchos hermanos en Jesus, oraciones por la paz
y por mis intenciones frente al Sagrario y que compartan en que Iglesia, Parroquia, pais, han hecho el pedido
Muchos han tenido la delicadeza y el amor de hacerlo
por ese motivo abrí este espacio Sagrado y bendito
para que nos cuentes aquí donde rezas por la paz
Comparte tus experiencias en tu comunidad y todo lo que quieras
Los espero con amor

Adriana

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Que todas las naciones se postren ante Ti Señor























Amigo ¿practicas la Misericordia en tu cotidianidad?

AMIGOS nos animamos a hacer por lo menos una de estas obras de misericordia en este día?¿ Cual eliges tu?
Las espirituales son:

- Enseñar al que no sabe.
- Dar un buen consejo al que lo necesita.
- Corregir al que yerra.
- Perdonar las injurias.
- Consolar al triste.
- Soportar las flaquezas del prójimo.
- Orar por vivos y difuntos.

Las corporales son:

- Dar de comer al hambriento.
- Dar de beber al sediento.
- Dar posada al peregrino.
- Vestir al desnudo.
- Visitar al los enfermos.
- Socorrer al cautivo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Momentos difíciles pero el Seños nos dice: cuidado que nadie os engañe


Mal. 3, 19-20;
Sal. 97;
2Tes. 3, 7-12;
Lc. 21, 5-19


Salían o entraban en Jerusalén, desde el camino del Monte de los Olivos la visión que se tiene de la ciudad de Jerusalén es maravillosa, y en primer término se alzaba el templo con toda su majestuosidad. Por eso no dice el evangelista que ‘algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos’. Actualmente a media ladera hay una pequeña capilla, desde la que se contempla en una visión espectacular la ciudad santa, llamada ‘dominus flevit’, donde lloró Jesús al contemplar a Jerusalén y la poca respuesta que en ella había encontrado.
Pero el comentario de los que acompañaban le da ocasión a Jesús para hacernos unos anuncios, que no sólo se van a referir a la pronta destrucción de Jerusalén – ‘esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra; todo será destruido’ – sino que preparará a los discípulos para el camino que van a seguir detrás de él.
Jesús nos pone en camino, pero no nos deja solos; es más, nos prepara previniéndonos de todo lo que nos puede suceder, porque el camino no va a ser fácil. Claro que el discípulo no es más que su maestro y si El tuvo que hacer un camino que le hizo pasar por el calvario y la cruz, al discípulo no le va a faltar también esa parte de la pasión en su pascua. Pero ya de antemano hay que decir que no es que Jesús nos quiera aguar las cosas hablándonos sólo de las dificultades, sino que nos anuncia que el que persevere alcanzará la salvación. Junto a la cruz siempre tenemos que ver los resplandores de la vida y de la resurrección.
Reconozcamos que en el fondo nosotros desearíamos caminos triunfales antes que otra cosa. Cuando hay momentos de esplendor parece que nos entusiasmamos y nos puede parecer que no todo está tan mal. Pasamos por momentos de euforia y entusiasmo, que también nos son necesarios, pero hemos de ser conscientes de todo lo que significa el camino del seguimiento de Jesús que no está siempre en grandes manifestaciones o en multitudes clamorosas.
‘Cuidado con que nadie os engañe’, nos previene Jesús, para que entendamos cuál es el verdadero camino de su seguimiento. Y nos pueden engañar prometiéndonos triunfalismos y visiones clamorosas, pero también asustándonos con los malos momentos por los que podemos pasar o haciendo lecturas excesivamente negras y pesimistas de los acontecimientos actuales que podamos vivir o padecer. Hemos de saber hacer una lectura de los signos de los tiempos que van apareciendo en el devenir de la historia o de los acontecimientos para ver realmente qué es lo que el Señor nos quiere decir o nos pide. No siempre es fácil.
Jesús cuando habla hoy en el evangelio de la destrucción del templo, de guerras y calamidades, de enfrentamientos entre pueblos y de malos momentos de terremotos, epidemias o hambre, está partiendo simplemente de aquello que podía dolerle al pueblo judío desde su propia historia. El templo era todo un símbolo de unidad del pueblo de Israel además de la presencia de Dios en medio del pueblo. Su historia había estado marcada a través de los tiempos por guerras y enfrentamientos, por momentos de miseria y hambre en desiertos y cautividades. Hablar de esos signos sería muy significativo para ellos porque lo que se le anunciaba podía significar incluso perder su identidad como pueblo.
Para nosotros también pueden ser un signo que nos hable también de muchas cosas que nos suceden y que tenemos que saber entender bien. Momentos difíciles también podemos pasar en la increencia o la indiferencia religiosa que nos rodea; momentos de desánimos y de desorientación en muchos aspectos en los que nos podemos encontrar en lo social, en lo cultural, también en el ámbito religioso; gente que no cree en nada, o gente que hace una mezcolanza en creencias y religiosidades muchas veces rayanas con un nuevo paganismo y que llevan a un sincretismo peligroso; corrientes de pensamiento y culturales que confunden cuando no estamos debidamente preparados; descalificación de todo lo que suene a religión y auténtica espiritualidad cuando no persecución abierta o solapada de todo lo que lleve el nombre cristiano; pérdida del sentido moral con lo que ya parece que no hay límites éticos para nada; enfrentamientos por veinte mil motivos que nos llevan a la división y al no entendimiento, y así muchísimas cosas que nos confunden. Sin olvidar, por supuesto, la crisis social y económica por la que pasa la sociedad actual.
Y Jesús nos dice ‘cuidado con que nadie os engañe’. Y cuando nos habla de las persecuciones por los que hemos de pasar - ‘os echarán mano, os perseguirán… os harán comparecer ante reyes y gobernadores… por causa mía…’ – nos dice que así tendremos ‘ocasión de dar testimonio’. Pero nos dice más, que no nos preocupemos porque ‘yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro’.
Nos está prometiendo que no nos faltará el Espíritu Santo que nos dará sabiduría, que nos dará fortaleza, que nos dará esa gracia que necesitamos en cada momento y en cada situación. De esto tenemos que estar bien convencidos. No nos puede faltar la fe en las palabras de Jesús. No nos faltará esa confianza y esa esperanza. El Señor está con nosotros. Hemos de saber contar con El. Los que nos rodean quizá no nos entenderán. Ya nos decía Jesús que la oposición nos puede venir incluso de los más cercanos a nosotros.
El hombre de fe, la persona de fe sabe que su confianza está totalmente puesta en el Señor. El que no tiene fe no podrá entender estas cosas. Pero ese es el testimonio que nosotros hemos de dar. Esa paz que no nos faltará ni en los momentos más difíciles, sea cual sea la situación por la que pasemos, es nuestra fortaleza y el mejor testimonio que podemos dar. ‘Los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia’, nos decía el profeta.
‘Ni un cabello de vuestra cabeza perecerá, terminará diciéndonos Jesús; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas’. Seguimos el camino de Jesús aunque haya momentos duros y difíciles. Pero ese camino no lo estamos haciendo solos. Es el camino de tantos hermanos a nuestro lado que pasan por la misma lucha. Mutuamente nos ayudamos y nos animamos, puesta nuestra fe y esperanza en el Señor. No lo hacemos solos porque siempre el Señor está a nuestro lado con la fuerza y la gracia de su Espíritu.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Amigo comparte frases , pensamientos personales y de otros


Hola amigos la propuesta es compartir frases que tengan un significado para nosotros y puedan enriquecer a los demas. Los espero .






Ayudenme a mantener el grupo vivo y lleno de luz
Santidad y Amor

Adriana

domingo, 7 de noviembre de 2010

El Padre Nuestro en hebreo y arameo

Padre Nuestro en lengua hebrea  
image
Y así es que se dice:
Padre nuestros que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino
Avinu shebashayim, yitkadash sh’meka, tavo malkhutekaHágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día,
Yeyasse r’tsonkha k’mo bashamayim keyn ba’rets. Et lekhem khukeynu teyn lanu
y perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden. Y
hayom, uslakh lanu et khovoteynu kaasher salahknu gam anakhnu lehkayaveynu
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal [Amen]
veal-t’vyeynu liydey nisayon ki im-haltseynu min [Amen]


Es así cómo los hebreos católicos rezan el Padre Nuestro hoy día. Pero la versión aramea, que fue la lengua de Nuestro Señor, tiene un ritmo distinto y por supuesto, la escritura es distinta:

Y se dice así:
abun dabashmaya
Padre nuestro en el cielo,
nethkadash shamak
santo es tu nombre.
tetha malkuthak
Tu reino viene,
newe tzevyanak
Tu voluntad se hace
aykan dabashmaya
tanto en el cielo como en la tierra.
af bara hav lan lakma dsunkanan
Danos hoy el pan que necesitamos
yamana washbuk lan
Perdona nuestras ofensas
kavine aykana daf
Como ya hemos perdonado a quienes nos ofenden
hanan shabukan lhayavine ulow talahn lanesyana
No nos lleves a la tentación
ela fatsan men bisha
Y líbranos del error.
tomado del blog de Teofilo de Jesus
 

Oratorio. Aqui puedes dejar tus suplicas e intenciones a Jesus Sacramentado





RINCONDEORACION
Amigo aqui puedes dejar tus intenciones por familiares, difuntos, por la paz, por tu familia, por tus estudios, trabajos, salud y con amor las llevaremos ante el Altisimo

La Humildad : debemos pedir este hermoso don ya solo ella nos conduce al cielo.



San Benito abad ruega por nosotros para que alcancemos la gracia de la humildad
amen.


EXAMEN DE CONCIENCIA
SOBRE LA HUMILDAD
¿Me doy cuenta y tengo siempre presente que nada soy y nada puedo sin Dios?
¿Consiento pensamientos de engreimiento, vanidad y auto-suficiencia, tales como: “qué bueno(a) soy”, “qué bien hice esto”, “qué capaz soy”, etc., sin darme cuenta que todo es obra de Dios en mí?
¿Busco de los demás aprobación y reconocimiento?
¿Me doy yo mismo aprobación y reconocimiento … o cualidades y logros los refiero siempre a Dios?
¿Hablo siempre de mí y de mis cosas?
¿Me gusta llevar la voz cantante?
¿Me molesto ante críticas, ataques y humillaciones?
¿Acepto y reconozco mis faltas cuando soy corregido o creo yo tener la razón?
Cuando sirvo, ¿me proyecto yo mismo o soy portador de Dios?
Cuando hablo ¿me dejo inspirar por Dios o es mi propio yo la fuente de inspiración?
¿Trato de llamar la atención con mi supuesta “sabiduría”?



viernes, 5 de noviembre de 2010

Esperanza de resurrección que nos trasciende hasta la vida eterna


2Macb. 7, 1-2.9-14;
Sal. 16;
2Tes. 2, 16-3,5;
Lc. 20, 27-38

Jesucristo es el primogénito de entre los muertos; a El la gloria y el poder por los siglos de los siglos’. Así hemos aclamado a Cristo resucitado en el aleluya antes del evangelio. Y es que todo hoy nos habla de resurrección.
Comienza el evangelio hablándonos de los saduceos con sus preguntas a Jesús. Ellos negaban la resurrección. De ahí las preguntas, planteamientos y oposición que hacen a Jesús que nos habla de vida eterna y de resurrección. Pero quizá tendríamos que preguntarnos en el mundo de hoy ¿cuántos creen en la resurrección? ¿cuántos viven en esta esperanza y cuántos tienen este sentido de trascendencia en la vida?
Como le sucedió a Pablo cuando trató de anunciar la resurrección de Jesús en el Areópago de Atenas que en son de burla le contestaron que de eso hablarían otro día, quizá muchos al oírnos hablar de nuestra fe y nuestra esperanza en la resurrección también nos miren con un cierto sarcasmo o descreimiento. Sin embargo vemos cómo la gente está muy propicia a hablar de reencarnación frente al tema de la resurrección.
Por otra parte en este mundo tan materialista y hedonista en el que vivimos donde se niega la fe, la gente hoy fácilmente te dice que son agnósticos o ateos, nadie quiere que esto se acabe, nadie se quiere morir, todos quieren seguir disfrutando de la vida sin fin. ¿Podría haber detrás de todo eso un ansia de plenitud y de felicidad total aunque no se sepa bien cómo buscarla o cómo encontrarla? ¿Por qué no creer entonces en la palabra de Jesús que nos habla de vida eterna en plenitud? Claro que la felicidad y plenitud que Jesús nos ofrece es algo mucho más profundo que esas aspiraciones elementales de felicidad y pasarlo bien.
Pudiera ser también que hubiéramos llenado de tantas imaginaciones todo lo referente al cielo y a la vida eterna, que entonces se haga difícil creer en esa vida eterna y en esa resurrección porque parece que lo redujéramos todo a un volver a vivir una vida semejante a la que ahora vivimos. No es un volver a vivir una vida igual, sino a vivir una vida en plenitud, en la plenitud del amor de Dios. Por eso hoy Jesús respondiendo a los planteamientos de los saduceos nos dirá que ‘los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles, son hijos de Dios porque participan de la resurrección’.
Jesús no nos quiere hacer descripciones de cómo será ese vivir. Nunca lo hace. Nos habla de vida eterna y de unirnos tan íntimamente a El que será tener su misma vida. Por eso allá en la sinagoga de Cafarnaún hablaba de comerle a El porque ‘el que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él… el que me come vivirá por mí… tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día’. Así se nos da en la Eucaristía como prenda de vida eterna y de resurrección.
Es importante esta fe y esperanza en la resurrección. Fe y esperanza en la resurrección porque creemos en Cristo, resucitado de entre los muertos, el primogénito de entre los muertos, como decíamos con la antífona del aleluya, que está tomada del Apocalipsis. Nuestra fe en la resurrección es fundamental. Porque en Cristo muerto y resucitado está el centro de nuestra fe y de nuestra salvación.
Es importante esta fe y esta esperanza en la resurrección porque desde ella toda nuestra vida tiene otro sentido y otro valor. Nuestra vida no se acaba ante las puertas de la muerte, sino que a partir de ese momento comienza nuestra vida en plenitud. La muerte no es puerta final sino cambio y transformación a una nueva vida en plenitud. Lo que por nuestra limitación humana no podemos vivir perfectamente aquí, en Dios lo vamos a tener en plenitud. Y todas esas ansias de plenitud que hay en el corazón del hombre se verán colmadas plenamente en Dios.
La primera lectura nos ha ofrecido unos hermosos testimonios en los hermanos Macabeos; aquellos siete jóvenes con su madre que no temieron la muerte frente a los halagos que le ofrecía el malvado rey porque querían ser fieles hasta el final a la ley del Señor. ¿Dónde encontraban su fortaleza para enfrentarse al malvado? En la esperanza de vida eterna y de resurrección que animaba sus vidas. ‘Cuando hayamos muerto por su ley, el rey del universo nos resucitará para una vida eterna… vale la pena morir a manos de los hombres cuando se espera que Dios mismo nos resucitará…’ fueron diciendo uno tras otro y entregando su vida.
Eso nos vale a nosotros en la vida nuestra de cada día, en nuestras luchas y esfuerzos por superarnos y mantenernos en la fidelidad al Señor. Aquel camino de las bienaventuranzas que nos propone Jesús y que recordábamos hace pocos días al celebrar la fiesta de Todos los Santos podemos recorrerlo desde esa esperanza que anima nuestra vida. Que Jesús nos diga, y nosotros le creamos, que son dichosos los pobres y los que sufren, los que tienen hambre y sed de justicia o los que son perseguidos, por recordar algunas de las bienaventuranzas, lo podemos comprender desde esa esperanza y desde esa trascendencia que da a nuestra vida la fe y la esperanza en la resurrección y en la vida eterna.
Aunque nos cueste salir de la pobreza y la vida se nos haga dura, nos cueste asumir y superar el sufrimiento que sigue atenazándonos continuamente, o no veamos totalmente realizada aquí en la tierra esa promesa de Jesús de recibir consuelo o vernos saciados en los más hondos y nobles deseos, la esperanza de resurrección, la esperanza de vida eterna en plenitud que en Dios vamos a conseguir, hará que no nos sintamos frustrados en nuestra lucha; nos dará fuerza para mantener el empeño de ir haciendo cada día un poco más presente el reino de Dios en nuestro mundo. Sentiremos así la fuerza del Señor que nos da aliciente para seguir sembrando esas buenas semillas que vayan transformando nuestro mundo en el Reino de Dios.
La fe en la resurrección nos da razones para vivir aunque la vida nos pueda ser dura y esté llena de problemas. La fe en la resurrección no es una adormidera que nos haga olvidar los problemas o las realidades crudas de esta vida terrena. La fe en la resurrección no nos quita los pies de esta tierra, pero sí nos hace mirar hacia arriba, más allá de lo que es esta realidad presente, y por esa plenitud de vida que Jesús nos ha prometido nos llenamos de esperanza y de fuerza para luchar y para trabajar, para enfrentarnos a nuestros sufrimientos de una manera distinta, y para ese crecimiento interior que será el que verdad enriquecerá nuestra vida. Será desde esa esperanza desde donde seremos capaces de darnos y desgastarnos por los demás, amar y perdonar, compartir y ser generosos, buscar la paz y la justicia para hacer un mundo mejor.
Terminemos nuestra reflexión recogiendo lo que nos decía san Pablo en la carta a los Tesalonicenses. ‘Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, nos consuele internamente y nos de fuerza para toda clase de palabras y obras buenas’.

martes, 2 de noviembre de 2010

Amigo si eres profesional de la salud catolico unete a nuestro blog

lunes, 1 de noviembre de 2010

Seamos Santos Dios nos quiere Santos

Santidad es determinarse a dejar las carceles , esclavitudes , habitos,
apegos cotidianos del alma , de la mente y del cuerpo
y decidirnos a ser libres buscando el camino
hacia la perfeccion cristiana.
Santidad es alcanzar la divina inocencia, la divina pureza, la divina transparencia

Santidad es soltarse Dejar que mande Dios, que EL nos conduzca.
Santidad es dejarse despojar
Santidad es vaciarse
Santidad es libertad. Pura Libertad. Puro Amor. Pura Alegria.
amen
Seamos Santos DIOS NOS QUIERE CON EL

Santidad y amor

Adriana

Amigos como elegimos vivir el hoy ,asi sera nuestro cielo , o infierno del mañana

Amigos de la paz busquemos en todo momento lo bello, lo bueno
Evitemos la groseria, la irreverencia, la burla, los malos gestos, lo obsceno.
Ayudemos a los otros a dejar malos habitos que son eslavitudes

Cuidemos nuestra alma, nadie puede hacerlo por nosotros.


Como elegimos vivir el hoy asi sera nuestro cielo , o infierno del mañana.
Dios nos tiene preparado el REINO DE LOS CIELOS.
Ganemoslo con la determinacion de optar por el bien.

santidad y amor
Adriana



Deissyta dijo:
Cuanto más pecadores somos, tanto más ternura y compasión ella siente por nosotros. El hijo que más lágrimas le cuesta a su madre es quien está más cerca de su corazón. " Cura de Ars



Aqui puedes leer mas mensajes del Movimiento.

Administracion general y adjuntos

Pidamos la humildad

Oh Jesús! Manso y Humilde de Corazón,
escúchame:

del deseo de ser reconocido, líbrame Señor
del deseo de ser estimado, líbrame Señor
del deseo de ser amado, líbrame Señor
del deseo de ser ensalzado, ....
del deseo de ser alabado, ...
del deseo de ser preferido, .....
del deseo de ser consultado,
del deseo de ser aprobado,
del deseo de quedar bien,
del deseo de recibir honores,

del temor de ser criticado, líbrame Señor
del temor de ser juzgado, líbrame Señor
del temor de ser atacado, líbrame Señor
del temor de ser humillado, ...
del temor de ser despreciado, ...
del temor de ser señalado,
del temor de perder la fama,
del temor de ser reprendido,
del temor de ser calumniado,
del temor de ser olvidado,
del temor de ser ridiculizado,
del temor de la injusticia,
del temor de ser sospechado,

Jesús, concédeme la gracia de desear:
-que los demás sean más amados que yo,
-que los demás sean más estimados que yo,
-que en la opinión del mundo,
otros sean engrandecidos y yo humillado,
-que los demás sean preferidos
y yo abandonado,
-que los demás sean alabados
y yo menospreciado,
-que los demás sean elegidos
en vez de mí en todo,
-que los demás sean más santos que yo,
siendo que yo me santifique debidamente.

McNulty, Obispo de Paterson, N.J.

Tumba del Santo Padre Pio.

Tumba del Santo Padre Pio.
Alli rece por todos uds. Giovani Rotondo julio 2011

Rueguen por nosotros

Padre Celestial me abandono en tus manos. Soy feliz.


Cristo ten piedad de nosotros.

Mientras tengamos vida en la tierra estaremos a tiempo de reparar todos los errores y pecados que cometimos. No dejemos para mañana . Hoy podemos acercarnos a un sacerdote y reconciliarnos con Dios,

Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi Iglesia dijo Jesus

Jesucristo Te adoramos por todos aquellos que no lo hacen . Amen

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