Santidad es determinarse a dejar las carceles , esclavitudes , habitos,
apegos cotidianos del alma , de la mente y del cuerpo
y decidirnos a ser libres buscando el camino
hacia la perfeccion cristiana.
Santidad es alcanzar la divina inocencia, la divina pureza, la divina transparencia
Santidad es soltarse Dejar que mande Dios, que EL nos conduzca.
Santidad es dejarse despojar
Santidad es vaciarse
Santidad es libertad. Pura Libertad. Puro Amor. Pura Alegria.
amen
Seamos Santos DIOS NOS QUIERE CON EL
Santidad y amor
Adriana
apegos cotidianos del alma , de la mente y del cuerpo
y decidirnos a ser libres buscando el camino
hacia la perfeccion cristiana.
Santidad es alcanzar la divina inocencia, la divina pureza, la divina transparencia
Santidad es soltarse Dejar que mande Dios, que EL nos conduzca.
Santidad es dejarse despojar
Santidad es vaciarse
Santidad es libertad. Pura Libertad. Puro Amor. Pura Alegria.
amen
Seamos Santos DIOS NOS QUIERE CON EL
Santidad y amor
Adriana
8 comentarios:
¿CUÁLES SON ALGUNAS DE LAS SUGERENCIAS
PRÁCTICAS PARA SER SANTO?
1. Mira a Cristo en el momento presente.
2. Cambia toda situación desagradable para bien de to alma.
3. Adáptate al temperamento de to prójimo.
4. Permanece unido a la voluntad de Dios.
5. Elige a Dios por encima de ti.
6. Imita a Jesús.
7. Visita a Jesus frecuentemente en el Santísimo Sacramento.
8. Practica la virtud.
9. Recibe los sacramentos con frecuencia.
10. Trata de estar consciente de Su presencia.
"Que cada uno de nosotros trate de agradar a su prójimo
para el bien, buscando su edificación." (Romanos 15, 2).
Quiero ser santa"
Teresita, apasionada adolescente, ha decidido ser santa.
En el Carmelo, cuando era postulante, escribió a su padre:
"Labraré tu gloria haciéndome una gran santa".
Pero, muy pronto , va a comprobar su debilidad y su impotencia cuando se compara con los santos. Le parecen una montaña mientras ella no es mas que un granito de arena. " Mi crecimiento es imposible"piensa, pero no se desanima.
Si Dios ha puesto en ella esos deseos de santidad es porque debe tener un caminito para escalar " la dura escalera de la perfección".
La palabra de Dios le descubre el camino:" Si alguno es pequeño que venga a Mí" (Proverbios 9,4). "Entonces yo fui"- escribe Teresita- preguntándose qué haría Dios con el pequeño que fuese a Èl. Leyendo Isaías 66, comprendió que no podía subir sola la escalera de la perfección , pero que Jesús la cogería en sus brazos y la subiría como en un ascensor rápido.
Desde entonces Teresita no encuentra ningún obstáculo , al contrario, será pequeña y ligera en los brazos de Jesús y será santa por un camino rápido.
Así cuenta Santa Teresita el descubrimiento de" su caminito" (Manuscrito C, 2).
Su descubrimiento es que Dios es esencialmente Amor Misericordioso. En adelante verá todas las perfecciones divinas, incluída la justicia, partiendo de la Misericordia.
Esto conlleva una confianza audaz: "Quiero ser santa, pero siento mi impotencia y te pido, Dios mío, que seas Tú mismo mi santidad" (Acto de ofrenda).
Dejar hacer a Dios no implica ningún infantilismo fácil. Teresa hará todo lo posible para mostrar ,cada día y cada minuto, su amor a Dios y a sus hermanas en una total gratuidad: la del amor.
En todas las situaciones y en todos los actos de su vida Teresa aplica esta regla: Si Dios le pide algo y ella se siente incapaz de hacerlo, Èl lo hará por ella. Un ejemplo: amar a todas sus hermanas como Jesús las ama le es imposible. Entonces, uniéndose a Èl, será Èl quien las amará en Teresa:" Sí, lo sé, cuando soy caritativa , es únicamente Jesús quien actúa en mí. Cuanto más unida estoy a Èl, más amo a todas mis hermanas"( Manuscrito C, 13 r°).
He aquí un camino de santidad que se abre a todos, a los pequeños, los pobres, los que sufren: aceptar la realidad de las propias debilidades y ofrecerse a Dios tal como uno es para que Èl intervenga en nosotros.
Todo se comprende mejor cuando vemos que la frase anterior de Teresa está en las antípodas de la cursilería y muy cerca de la infancia evangélica predicada por Jesús:"Jesús se complace en mostrarme el único camino que conduce a esa hoguera divina. Ese camino es el abandono del niñito que se duerme sin miedo en los brazos de su padre" (Manuscrito B, 1v°).
La Santidad...
"Ser un santo significa pasar por el mundo recogiendo frutos para el cielo de todos los árboles y cosechando la gloria de Dios en todos los campos".
Thomas Merton.
Los santos no son objetos inanimados de contemplación. Se hacen nuestros amigos, participan de nuestra amistad, la corresponden y nos dan inequívocas muestras de su amor por nosotros mediante las gracias que recibimos a través de ellos.”
Tomas Merton
Santidad y constancia.
Vuelvo con el tema de la santidad, clave para mí a la hora de acercarme a Merton, y a otras figuras importantes de la espiritualidad cristiana. Me gustaría trabajar este tema en mi tesina de licenciatura, por eso estoy dándole vueltas, y agradecería ademas cualquier comentario o sugerencia al respecto. Thomas Merton tiene este libro, que titula "Vida y Santidad", en el que comparte con bastante claridad su visión del tema en un momento de cambio para la Iglesia.
"Es verdad que la santidad cristiana es la santidad de Cristo en nosotros, pero ello no significa que el Espíritu Santo vaya a hacer su obra en nosotros si nosotros nos mantenemos absolutamente pasivos e inertes. No hay vida espiritual sin constante lucha y conflicto interior. Un conflicto que es tanto más difícil de afrontar cuanto que es oculto, misterioso, y a veces casi imposible de comprender. Todo cristiano responsable está dispuesto a hacer algunos sacrificios iniciales. No es difícil empezar bien. Lo dificil es proseguir, llevar adelante la obra comenzada y perseverar en ella los años que haga falta, hasta el final. El esfuerzo de la fe es demasiado grande, y la carga que supone para nuestro pobre amor es demasiado pesada, o al menos tememos que lo sea. No comprendemos el significado de la cruz y la seriedad de nuestra vocación de morir con Cristo para resucitar con Él a una vida nueva. Es absolutamente cierto que morimos con Él en el bautismo y resucitamos de entre los muertos, pero se trata tan sólo del principio de toda una serie de muertes y resurrecciones.No nos convertimos una única vez en nuestra vida, sino muchas veces, y esta interminable serie de grandes y pequeñas conversiones, de revoluciones interiores, desemboca finalmente en nuestra transformación en Cristo".
Thomas Merton, "Vida y santidad".
Ser santo significa vivir en la cercanía de Dios, vivir en su familia, y esta es la vocación de todos nosotros, confirmada con vigor por el Concilio Vaticano II.
Papa Benedicto XVI: "El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad que éstas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado del prójimo".
"Los santos no son personas que nunca han cometido errores o pecados, sino quienes se arrepienten y se reconcilian". Dijo Benedicto XVI comentando sobre San Pablo y Bernabé. Añadió: "Por tanto, también entre los santos se dan contrastes, discordias, controversias...Son hombres como nosotros, con problemas complicados... La santidad crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento, de disponibilidad para volver a comenzar, y sobre todo con la capacidad de reconciliación y de perdón". "Y todos podemos aprender este camino de santidad". -31 enero 2007 Benedicto XVI.
Perseverar en la santidad es mantenerse en comunión con Cristo quien salva y da vida eterna. Dios quiere que todos se salven (1Tm 2,4), pero no todos se abren a la gracia que santifica. Para salvarse es necesario renunciar al pecado y seguir a Cristo con fe. Por eso San Pablo nos exhorta: "Hermanos: Buscad la paz con todos y la santificación, sin la cual nadie verá al Señor" (Hb. 12,14)Al final no importara otra cosa, la única verdadera desgracia es no ser santos.
COMO SER SANTOS
Benedicto XVI
El luminoso ejemplo de los santos despierta en nosotros el gran deseo de ser como ellos, felices de vivir junto a Dios, en su Luz, en la gran familia de los amigos de Dios. Ser santo significa vivir en la cercanía de Dios, vivir en su familia, y esta es la vocación de todos nosotros, confirmada con vigor por el Concilio Vaticano II.
Pero, ¿cómo podemos convertirnos en santos, amigos de Dios?. A esta pregunta se puede responder, ante todo, con un enunciado negativo: para ser santos no es necesario realizar acciones y obras extraordinarias, ni poseer carismas excepcionales. Luego viene la respuesta positiva: es necesario ante todo escuchar a Jesús y después seguirle, sin desalentarse ante las dificultades.
La experiencia de la Iglesia demuestra que toda forma de santidad, si bien sigue caminos diferentes, siempre pasa por el camino de la cruz, el camino de la renuncia a sí mismo. Las biografías de los santos describen a hombres y mujeres que, siendo dóciles a los designios divinos, afrontaron en ocasiones pruebas y sufrimientos inenarrables, persecuciones y martirios.
El ejemplo de los santos es para nosotros un aliento a seguir los mismos pasos y a experimentar la alegría de quien se fía de Dios, pues la única causa de tristeza y de infelicidad para el hombre se debe al hecho de vivir lejos de Él.
El camino que conduce a la santidad es presentado por el camino de las Bienaventuranzas. En la medida en que acogemos la propuesta [de Cristo ndr.] y le seguimos --cada uno en sus circunstancias-- también nosotros podemos participar en la bienaventuranza. Con Él lo imposible se hace posible.
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